Había pecado contra los siete capitales y de todos, la lujuria copaba el top seven seguido de la gula en estado líquido ya que apenas comía, pero le daba al frasco alegremente como si la vida se resumiera en revolcones y copazos.
No acudí al confesor de sotana negra y kiosco lúgubre, no por desconfiar de su eficacia, sino porque tenía para rato y no era plan organizar una cola como la que hay para renovar el pasaporte. Así, opté por la vía directa y consulté con mi dios sin intermediarios en un dicharacho que se me hizo eterno porque la lista era larga y yo, minuciosamente, desgranaba la piña de mis faltas hasta que la dejé como un palo seco de frutos y escamas.
La absolución debía venir precedida de un merecido castigo pero como no obtuve respuesta a mis peticiones, opté por consultar el tarot de la famosa vidente Pamy Laguita y marque su número 908.
Soporté una charla preparatoria de veinte minutos donde se me preguntó si quería la modalidad Marsellesa, Siciliana, de Chicago o de Marbella y opté por ésta última porque supuse era de eficacia demostrada ya que la adivina tenía como clientes a algunos, ya enchiquerados, luego estaban penando sus faltas, que era lo que yo pretendía.
- Elije un número del uno al diez.
- El nueve.
- Otro del uno al cinco.
- El tres.
- Un palo de la baraja.
- Los bastos.
- Otro palo más.
- Las copas, largas de whisky y con tres hielos.
- Veamos..los arcanos mayores están en conjunción con Saturno y la constelación de piscis entra con fuerza en tu zona astral con ascendencia acuario lo que te puede provocar malestar en las hemorroides. ¿Notas ya las molestias?
- Pues, no. Todavía no.
- ¡Espera a ir al baño la próxima vez! No hagas esfuerzos innecesarios y no leas a Shopenhawer en la espera, que estriñe mucho.
No acudí al confesor de sotana negra y kiosco lúgubre, no por desconfiar de su eficacia, sino porque tenía para rato y no era plan organizar una cola como la que hay para renovar el pasaporte. Así, opté por la vía directa y consulté con mi dios sin intermediarios en un dicharacho que se me hizo eterno porque la lista era larga y yo, minuciosamente, desgranaba la piña de mis faltas hasta que la dejé como un palo seco de frutos y escamas.
La absolución debía venir precedida de un merecido castigo pero como no obtuve respuesta a mis peticiones, opté por consultar el tarot de la famosa vidente Pamy Laguita y marque su número 908.
Soporté una charla preparatoria de veinte minutos donde se me preguntó si quería la modalidad Marsellesa, Siciliana, de Chicago o de Marbella y opté por ésta última porque supuse era de eficacia demostrada ya que la adivina tenía como clientes a algunos, ya enchiquerados, luego estaban penando sus faltas, que era lo que yo pretendía.
- Elije un número del uno al diez.
- El nueve.
- Otro del uno al cinco.
- El tres.
- Un palo de la baraja.
- Los bastos.
- Otro palo más.
- Las copas, largas de whisky y con tres hielos.
- Veamos..los arcanos mayores están en conjunción con Saturno y la constelación de piscis entra con fuerza en tu zona astral con ascendencia acuario lo que te puede provocar malestar en las hemorroides. ¿Notas ya las molestias?
- Pues, no. Todavía no.
- ¡Espera a ir al baño la próxima vez! No hagas esfuerzos innecesarios y no leas a Shopenhawer en la espera, que estriñe mucho.
- Yo, en el baño solo leo el Tebeo.
- Aquí la única que te ve soy yo, que soy vidente. ¡A ver si me vas a hacer la competencia, mangante!
- No señora, no es eso.
- Han salido diecisiete cartas hasta que ha aparecido el sumo sacerdote, lo que quiere decir que tu castigo es rezar diecisiete padrenuestros de un tirón y abstenerte de beber, comer o pecar de palabra, obra u omisión mientras dura la oración. Ten cuidado que después ha salido la calavera lo que indica que te lo tomes muy en serio o sufrirás grandes desgracias.
Diecisiete padrenuestros me parecieron poca penitencia y al estar la calva al acecho de mi destino, decidí cortarme el pelo al cero en una barbería donde el dueño era mudo o un maleducado ya que no me dio los buenos días ni abrió la boca mientras duró la faena más que para estornudarme al oído unas miasmas que me secó con la bocamanga.
Finalizó la tarea abrillantando mi cabeza monda con una gamuza empapada en alcohol que me produjo un escozor de tal calibre que parecía que me estuvieran quemando con un soplete de autógena mientras yo daba saltos diciendo, sople, coño, sople, que me arde, y el paisano cogió de la estantería una bota de vino y se amorró al pitorro diciendo, ya soplo, ya soplo.
Le aboné los ocho euros y por prescripción gubernamental y porque me cayó como una patada en los lichis no le dejé propina pero pareció no importarle mucho porque me despidió enseñándome una boina y diciendo:
- Se la alquilo, que la va a necesitar en los próximos meses.
- Quédesela, que eso tapa mucho los cuernos, mamonazo.
Salí cabreado y casi sin dinero. Tuve que pegar un palo a una señorona de visones y bisutería que llevaba ochenta euros y un rolex más falso que un euro de contrachapado y me metí en un bar a tomar un carajillo de ron con el que calentarme los cascos sin percatarme de que no había terminado de rezar toda la letanía.
Al salir, no se si fue por una descompensación aerodinámica de mis orejas que planeaban libres de la presión del pelo o por incumplimiento de pena, pero caí en una zanja y me rompí la crisma.
Solo recuerdo un quirófano y que un tipo de bata verde señalaba con un boli el lugar de la operación en mi craneo desnudo. Le sonó el móvil y aprovechó para apuntar una dirección en mi relumbrante hemisferio. Si guapa, dime que lo apunto. Hotel Saturno. Habitación 17, Calle Penitencia 80. Ahh, estáte atenta y cuando me veas en el parking hazme un calvo desde la ventana.
En ese momento perdí el conocimiento.
- Aquí la única que te ve soy yo, que soy vidente. ¡A ver si me vas a hacer la competencia, mangante!
- No señora, no es eso.
- Han salido diecisiete cartas hasta que ha aparecido el sumo sacerdote, lo que quiere decir que tu castigo es rezar diecisiete padrenuestros de un tirón y abstenerte de beber, comer o pecar de palabra, obra u omisión mientras dura la oración. Ten cuidado que después ha salido la calavera lo que indica que te lo tomes muy en serio o sufrirás grandes desgracias.
Diecisiete padrenuestros me parecieron poca penitencia y al estar la calva al acecho de mi destino, decidí cortarme el pelo al cero en una barbería donde el dueño era mudo o un maleducado ya que no me dio los buenos días ni abrió la boca mientras duró la faena más que para estornudarme al oído unas miasmas que me secó con la bocamanga.
Finalizó la tarea abrillantando mi cabeza monda con una gamuza empapada en alcohol que me produjo un escozor de tal calibre que parecía que me estuvieran quemando con un soplete de autógena mientras yo daba saltos diciendo, sople, coño, sople, que me arde, y el paisano cogió de la estantería una bota de vino y se amorró al pitorro diciendo, ya soplo, ya soplo.
Le aboné los ocho euros y por prescripción gubernamental y porque me cayó como una patada en los lichis no le dejé propina pero pareció no importarle mucho porque me despidió enseñándome una boina y diciendo:
- Se la alquilo, que la va a necesitar en los próximos meses.
- Quédesela, que eso tapa mucho los cuernos, mamonazo.
Salí cabreado y casi sin dinero. Tuve que pegar un palo a una señorona de visones y bisutería que llevaba ochenta euros y un rolex más falso que un euro de contrachapado y me metí en un bar a tomar un carajillo de ron con el que calentarme los cascos sin percatarme de que no había terminado de rezar toda la letanía.
Al salir, no se si fue por una descompensación aerodinámica de mis orejas que planeaban libres de la presión del pelo o por incumplimiento de pena, pero caí en una zanja y me rompí la crisma.
Solo recuerdo un quirófano y que un tipo de bata verde señalaba con un boli el lugar de la operación en mi craneo desnudo. Le sonó el móvil y aprovechó para apuntar una dirección en mi relumbrante hemisferio. Si guapa, dime que lo apunto. Hotel Saturno. Habitación 17, Calle Penitencia 80. Ahh, estáte atenta y cuando me veas en el parking hazme un calvo desde la ventana.
En ese momento perdí el conocimiento.
17 comentarios:
Fascinante como siempre. Tu imaginación me asombra y ailumina por igual! (jeje)
Moraleja de la historia: si tus pecados no conllevan penitencia no te impongas penitencias que el no cumplir suponga pecado, pues dicho pecado sí puede requerir penitencia.
Ala, ahí queda eso!
Besos y bienvenido!
¡Qué bueno verte y leerte de nuevo!
Para qué repetirme si como siempre me lo has hecho pasar fetén.
Pecadores arrepentidos y penitentes han llenado páginas de novelas, sucesos, denuncias y actas de divorcio. ¿Habrá algo más interesante? Te lo dice una virtuosa a la puñetera fuerza. (He ahí mi penitencia)
jajaj ...para que te fíes de videntes: de hemorroides ná-de-ná ;)
oye, que me alegro de estar de vuelta y retomar las "tradiciones" de 2007
un abrazo
Soloyo: Bienhallada. Has resumido el meollo, pero no pretendo moralejas. El post no es muy bueno, lo reconozco, pero he estado todas las navidades delante de un papel y no he logrado escribir ni una línea. Debe ser el champú anticaspa que me devora los neurolitos del hipotálamo.
Besos.
Carmen: Lo bueno del pecado es que es opcional, pero cuando la virtud es obligatoria, el pecado debería estar subvencionado por la S.Social como los minipisos.
Feliz 2008 y besos.
Raindrop: Yo también me alegro de verte. Las tradiciones del 2007 no están perdidas, solo dejadas de lado por unos días.
Un fuerte abrazo.
Que no es muy bueno?????!!!!!!!!
A otro perro con ese hueso. Me ha gustado tanto como todos, me encanta cómo escribes. De todas formas esta Navidad ha habido tan poca actividad blogera que te entiendo, a mi me costó lo mío también encontrar el empuje del 2008.
Hola Sr Instigador,
perdón el off.topic, pero...
sólo quería ... 1) Felicitarte el año... y 2) agradecerte tu comentario en mi página sobre las 4 torres, que contestaré en breve.
Un abrazo fuerte, pues. Am
Buenísimo!
Es que hoy en día en los hospitales saben todo de ti, igual que hacienda... Qué de vueltas da la vida, no te puedes fiar ni de tu cirujano!
Un beso grande.
Bueno, pues a parte de que es genial tu sentido del humor a la hora de redactar con ese estilazo que tienes...saco la conclusión de todo ésto, que la vida ya se encarga de poner penitencia a todo pecado que cometamos, que no hace falta que nos fustiguemos por nada...
Ya hechaba de menos tus relatos!
Besos
Soloyo: Me alegra que te haya gustado.
Besos.
Andrés: Resisaré lo tuyo para ilustrarme. En cuanto al 2008, en fin, ha llegado plagado de buenas nuevas. Parece que estoy de buena racha. No olvidaré pasar por el casino, eso si, sin la visa, que no hay que abusar de la diosa fortuna.
Toda la felicidad para ti y los tuyos, especialmente a tus 2 críos.
Zafferano: Un honor, como siempre, verte por aquí. Mañana me instalo en la rutina y podré disfrutar, con gusto, de lo tuyo y algunos otros.
Feliz 8 y que los reyes te sean propicios.
Xiquetä: Eso digo yo. Fustigarse, ¿para qué? No planifico lo que escribo, va surgiendo y tampoco corrijo, más que la ortografía y poco más. Por eso sale lo que sale, sin buscar moralinas.
Feliz ocho, de cabo a rabo.
Un cordial abrazo.
Te pintaré en un cantar
la rueda de la existencia:
Pecar, hacer penitencia
y, luego, vuelta a empezar...
Por supuesto no mio....
Me alegro tambien de tu vuelta, parece que esto se empieza a normalizar.
Genial post.
Un abrazo
Sib: ¡Qué bueno verte de nuevo! Es cierto. En estos momentos solo deseo normalizarme y tener tiempo para escribir y disfrutar con los vuestro.
Te mando un besazo y mis mejores deseos para este año.
He entrado en varias ocasiones a tu blog y he leído tus post que me parecen muy buenos, pero creo que no he puesto ningún comentario nunca... y nunca es tarde para eso. Y es que leyendote solo pensaba "Pero... ¿quién le manda a este hombre pedir penitencia? ¿para qué están hechos los pecados (sobretodo la lujuria y la pereza) si no es para consumirlos? pa una vez que inventan algo interesante! :o)
Un gusto leerle
Saludos
Avellaneda: Gracias por las visitas. Yo no te había leído aunque sabía de tu existencia por el blog de raindrop. La verdad es que tu nick no pasa desapercibido.
Estoy de acuerdo contigo en lo de pecar y no penar, pero me salió así. Me recordaba un poco a los penitentes andaluces que pecan todo el año y luego redimen sus faltas en una esforzada semana santa.
Un gusto que me leas y te comentaré en tus blogs, que ya me he puesto un poco al día y me ha parecido buenísimo.
Saludos
Compadre, por fin regreso. Deberías hacerte una radiografía en el cerebro e identificar claramente la zona donde te nacen todos estos relatos que a tantos nos hacen reir y disfrutar. Y te digo esto para que con la radiografía en mano, te vayas a una agencia de Seguros y te hagas uno de los buenos, como los futbolistas hacen de sus piernas, los pianistas de sus manos o las modelos de sus nalgas. Eres un crack con o sin penitencia.
Un abrazo
Batanero, canalla, que esto es una diversión. Con estas lisonjas solo conseguirás que me lo crea y empiece a escribir estupideces de enterao. Los del Nederlanden me dicen que el mejor seguro para el cerebro es una boina de doble fieltro. Que les den.
Un abrazo, chaval.
Super divertido, muy bien hilado y el final desternillante.
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