
Mi amiga Xiquetä me regala este premio por ser un blog excelente.
Estoy encantado de recibirlo y me he puesto orgulloso como un pavo real. Supongo que es un reconocimiento a algunos buenos ratos leyendo y comentando mis relatos que ella presupone de mezcla de ficción y realidad. En eso ha acertado de pleno. Recuerdos ,vivencias y ficciones exageradas a la caricatura, algo mordaz quizás, pero con la sana intención presidencial de que todo se desarrolle bajo la más absoluta pretensión del buen ambiente.
Es habitual que los galardones tengan su contrapartida. La mayoría de las veces, hay que salir al escenario y dar un ligero discurso de agradecimiento, otras, promocionar la obra en los medios. En este caso particular hay que corresponder nombrando a siete colegas del gremio que merezcan, en tu opinión, tamaño galardón.
Pienso que el oficio de juez debe ser el más difícil del mundo. Examinar cada circunstancia vital de un individuo y someterlo al peso de unas leyes pretendidamente justas se me antoja tan complicado como saber si un melón será delicioso sólo mirándole la cáscara. Hay muchos blogs que merecen este premio. Todos aquellos que recomiendo en mi página y algunos cientos que leo de vez en cuando pero no comento porque me resulta imposible implicarme hasta el punto de hacerlos imprescindibles. En asuntos de amigos ficticios pero reales, de gente que aprecias de verdad aunque no les conoces, no puedo hacer distinciones. Tengo que descartar a los que ya han sido premiados y colocar otros que no os resultarán desconocidos. En este caso, los tentáculos del pulpo se pueden alargar un poco pero al final todo queda alrededor de la cabeza, que es el círculo que tu has elegido o te han elegido para ser miembro de esa familia putativa, tan querida.
Los dos primeros son para Carmen, la lunática Cordobesa que me sacó del arroyo cuando estaba a punto de tirar la toalla y me llena de gozo cuando publica sus historias, sus peomas y cuida la estética al punto que su blog parece de filtiré. Todo la sensibilidad y estética de una gran Mujer.
Primero las damas, amigo Batanero. Lo mío contigo transciende al blog porque me siento muy cercano a tí, en pensamiento, palabra, obra y en este caso, omisión de primer grado. Ya me salió el catecismo que debería practicar más, pero me aburren las plegarias repetitivas. Por eso tu blog es tan adictivo. Me sorprendes con un viaje, una cena romántica, un problema social o un pensamiento de esos que te machaca el termo de cavilar en temas de primera necesidad social, sin extensiones ni manicuras conn un razonamiento inapelable donde predomina el sentido común, tan escaso en los tiempos que corren.
Mención especial a El Loco Oficial. Un individuo que mezcla una prosa atrevida con la música más sorprendente, hilbana historias delirantes con melodías de todo pelaje. Desde el más exquisito jazz hasta el punk más desaforado, explica las técnicas de los clásicos y su transformación en música actual desde su punto de vista de matemático loco. Ya quisiéramos los cuerdos manejar tanta cultura y sabiduría.
Andrés Martínez es otro de mis favoritos. Un genial arquitecto que mezcla las excelencias de sus obras con explicaciones sobre soluciones urbanísticas y temas de debate de altísimo nivel que convierten su website y su blog en un punto de encuentro en el que para atreverse a comentar, hay que andar con paso firme. Algo así como un arquitecto ensayista que nunca me deja frío.
No quería despedir este blog sin reconocer los méritos de Raindrop, Avellaneda, Soloyo, Zafferano, cruzcampo, y otros muchos que olvido con mi mala cabeza pero que sigo con fervor. También sigo de cerca los pasos de Ana Vázquez, una segoviana estudiante de periodismo con la fuerza de un mihura que ya tiene columna propia en nuestro querido Adelantado de Segovia. El Sábado leí su columna y os aseguro que deberían temblar los cimientos de los consagrados. Está arrolladora.
Por supuesto, todos aquellos que comentan mi blog y los visitantes asiduos y eventuales. Me encantaría poder saludarles a través de un comentario, anónimo, no pretendo más, donde me dijeran "saludos desde Méjico o de donde el destino les haya enviado a nacer o vivir.
Seguiré en esto, aunque mi fábrica de fabular esté en crisis. Lo superaré con unos supositorios de té verde y plomo candente que encargaré al herrero de mi barrio. No seguimos viendo por aquí, como todos los días.