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sábado, 15 de diciembre de 2007

EL ENTRECEJO CIRCUNFLEJO

Andaba quedo de mosca y salí de casa con la intención de encontrar en la calle menos frío que en el yermo hogar. Al pasar por el auditorio encontré una entrada de patio y entré al concierto con esa desgana que me daba escuchar una sinfonía de Bruckner, donde las orondas tubas acompasaban sus estreñidas notas con la potente vibración de los timbales, que en días como el de año nuevo se me incrustaban en la frente como si el estruendo estuviera comprimido.

Acudí en varias ocasiones al baño donde, además de aliviar mi resaca en el lavamanos, fumaba con una mano y con la otra espantaba el humo que me hacía formas de centollo y pastillas de alka selktzer.

En esas estaba cuando entró un espejismo veloz con la evidente intención de restar de su cuerpo aquello que le oprimía. Escuché una voz que venía del fondo de la estancia implorando papel. Le iba a pasar el librillo de smoking cuando me percaté de lo inusual de la petición y rebusqué en mis bolsillos hasta encontrar un paquete de pañuelos, tan arrugado como los condones de mi cartera. Lo lancé al hueco ocupado y recibí un gesto de agradecimiento ahogado por un vibrante eco que me sonó a bombardino. Ya en mi sitio, un tipo de marengo me sopló al oído una invitación a un oscuro palco a modo de agradecimiento.

Un tio muy raro me habló de los progresos del AVE y de lo caprichoso del terreno que le engendraba oquedades en contra de su voluntad. De la sanidad excelente. Su idea de la nueva España, de muchos países en uno y uno en todos que yo interpreté como unos conjuntos disjuntos cuya intersección era el conjunto vacío . De los pobres de clase media y plasma en el salón, de los inmigrantes musculosos de prole renovadora.

Me solicitó opinión y le comenté que llevaba en paro desde Marzo, que esperaba hace meses una operación de rodilla y que me diera currelo que andaba como huérfano.

Cuando aquello terminó, se levantó para aplaudir. Fue entonces cuando ví en su cara el entrecejo circunflejo^^. No había duda. Mi anfitrión era el mismísimo ZP.