sábado, 1 de marzo de 2008

LOS MUCHACHOS DE LA OTAN



DIA 02/28/07

8 HORA WATUSSI.

Centro de mando MCKELY. Cocina de Oficiales. Suena el teléfono.

- Se han adelantado, señor. Les esperábamos mañana pero aseguran que la cita está marcada en su agenda. Les he propuesto posponerlo y me han asegurado que si se van, no volverán nunca.
- ¿Cuántos son?
- Eran tres, señor. Uno bajito con granos hacía de intérprete, pero ahora quedan dos, señor.
- ¿Qué llevan encima?
- Nada, señor. Han pasado por el detector y excepto un móvil marca Polski, una petaca con tres cuartillos de vodka y una libreta inofensiva, no llevan nada sospechoso. Están limpios, señor.
- ¿Vehículos?
- Una furgoneta Nissan Vannete, modelo del 82, rosa con círculos amarillos. Ha pasado el control espectral de masas y el ordenador solo indica materiales plásticos básicos, metales alumínicos y herramientas de uso común. También sacos con productos silíceos y otros derivados sin trazas de explosivos. Solo una cosa fuera de lo normal. Un barril de cerveza de 60 litros, una hogaza de 3 kilos y una barra de salami picante del tamaño de una pata de elefante. Todo en orden, señor.
- Entreténgales diez minutos, que tengo que ir a obrar.
- Señor, si señor.

Me encuentro solo en el centro de mando. En la garita, el suboficial Medroso atiende las llamadas y controla la puerta de acceso. El resto del edificio está vacío. Ayer desratizaron y las estancias están casi todas selladas. La Generala Montarique y sus tropas están en el desfile de Ágata Ruiz de la Braga de la pasarela Kalashnikov. Desde que Zapatero se perfila de nuevo como presidente es necesario un cambio de imagen. Los uniformes de camuflaje van a ser sustituidos por algo nuevo, quizás algo de tafetán gris marengo con corazones rojos y la boina naranja. Modernidad dentro de la sobriedad, es el lema.

En el retrete, enfrascado en mi soliloquio me pregunto y me respondo; sensaciones extrañas de alivio por la temprana resolución del conflicto interno y pesaroso por la dureza de la acción, pero soy un viejo soldado. No hay nada que altere mi espíritu acostumbrado a la lucha feroz. Según lo convenido todo se resumirá en una operación táctica de aprovisionamiento y modernización. 48 horas de caos medianamente organizado pero me han pillado con el culo al aire y sin papel. Habrá que improvisar.

Memev y Panfilov se presentan pero no se cuadran ante el mando aliado. Suponen que la diferencia de nacionalidad no obliga al respeto debido, pero se van a enterar. Informaré de ello al alto mando de la OTAN. (Obliteraciones y Tientaparedes Anastasio Negrero).

Me presentan la documentación. Todo en regla. De fondo, en el casete de mi despacho suena una pieza única que jamás se volverá a interpretar y que tuve la suerte de grabar con mi antiguo magnetófono. Se trata de la sinfonía Heroica de Beethoven interpretada por la banda del Regimiento de pífanos y tambores. Después de aquella ejecución, la banda fue disuelta y los excelsos músicos fueron destinados a servir mesas en el comedor de tropa. Gran ignominia para el arte. La música militar perdió en aquel acto a los más virtuosos instrumentistas de los cuarteles de la zona sursudoeste. En este momento arranca la segunda parte, la marcha fúnebre. Se me manifiesta un sentimiento de hondo dolor movido de gozoso llanto; en el fondo soy un puto sentimental pero la obligación me ordena reponer el espíritu y les pido un trago de la petaca. No me entienden. Saco del cajón mi botella de Fundador y le pego un tiento de dos sorbos largos que me abrasa el esófago. A punto de toser me golpeo el pecho con el puño cerrado y el anillo con el escudo del arma de sufridor en casa se me queda grabado en la tetilla derecha como si fuera una calcomanía. Lo mostraré orgulloso aunque tenga que depilarme con la minipimer.

Memev me habla en lengua extranjera. Es alto y fornido, con el pelo al uno. Panfilov es calvo y tiene un bulto en el cráneo del tamaño de un huevo cocido partido por la mitad. Apenas les entiendo. Me hacen firmar el parte y me indican por señas que van a recoger el material. Salen a la calle y respiro un poco. Me tomaré otro café y volveré al baño porque no es seguro que lo pueda volver a utilizar los próximos días. Esta vez me llevaré las páginas amarillas.

10 HORA WATUSSI: UNA HORA MENOS EN PORRIÑO. (SEGÚN EL BNG)

El ascensor para en la planta 6. Se abre la puerta y veo el recinto lleno a rebosar de cajas, sacos y herramientas. Me pregunto cómo habrán podido colocar el material sin que quede espacio para un sello de correos. También cómo el viejo montacargas puede soportar tanto peso sin que sus gastados cables se deshilachen y caiga al vacío en ese silencioso viaje que precede al estruendo final. 60 años de servicio a la patria son suficientes para dudar de su salud. Seguro que aquel arresto de cuatro años por pillar a traición los cataplines del comandante Ovo Huevales le ha sentado bien. A veces es bueno dar al guerrero una temporada de reposo y este ascensor es un ejemplo de servicio y abnegación. Los muchachos del sector ZQ34x de la OTAN comienzan la descarga.

12 HORA WATUSSI

Revisión de materiales. Procedo a revisar la mercancía y veo con estupor que no hay información en el exterior, ni siquiera un código de barras. Protesto pero se lo toman a chufla. Llamo por el walki a Medroso para ver si entre los dos logramos que entren en razón.

- Medroso, no me entiendo con los chicos. ¿De dónde diablos son?
- Polacos, señor
- ¿Sabe vd. polaco?
- Negativo, señor. Le ruego que se tranquilice, se vaya a tomar una cerveza y me los deje. Voy a intentar comunicar en algún otro idioma.
- Tiene quince minutos desde, tres, dos, uno, ¡AHORA! Quiero el inventario completo a mi regreso. - Señor, si señor.

Después de 4 latas de Skoll el cinturón se desliza de la tripita hacia abajo y me deja el pantalón tan caído que me piso los bajos. Lo sujeto con las dos manos y tirando hacia arriba doy unos saltitos hasta que se me coloca cerca del esternón, como un Jesús Gil cualquiera. Medroso me informa de que todo está en perfecto estado de revista. Le pregunto cómo se ha comunicado con los foráneos y me contesta que en latín. Parece que los 8 años de noviciado del sargento y la influencia de Juan Pablo II sobre la población polaca han obrado el milagro.

Me dispongo a organizar la operación y les llevo al cuarto del cabo cuartel. Un camastro, una nevera con lo mínimo y una radio skreibson de después de la primera gran guerra, cuando los aparatos se hacían para durar. Allí les indico la situación sobre un plano y marco este objetivo como punto de encuentro para el avituallamiento y el solaz. Ríen como conejos. Les entrego la llave y sin venir a cuento me sujetan por la axilas, me introducen en el cuartucho, cierran la puerta con llave, y me dejan en la semioscuridad que proporciona la luz lúgubre de un patio interior sin vecinas que se desnudan ni más entretenimiento que el aseo bucal de mis uñas. Estos muchachos tienen sentido del humor. Acepto de buen gusto la broma pero pasadas dos horas el asunto está empezando a cabrearme. La radio solo consigue señal audible de una emisora de Vladivostock en onda corta que en vez de las gloriosas marchas militares de antaño, pone música de melenudos y gente de mal proceder. El post-comunismo ha acabado con lo único bueno de la antigua Rusia.

Me quejo insistentemente pero no obtengo respuesta. Por el Walki, sólo un zumbido mortificante, como de abeja dormida. Me echaré en el catre y esperaré acontecimientos.

17 HORA WATUSSI

No me quedan uñas, solo padrastros que duelen como si los tuviera metidos en salmuera. Oigo gente que viene. Voces alegres que entonan cantos populares de más allá de Los Cárpatos. El puro que les va a caer va a ser sonado. Creo que no será suficiente con pena de prisión. Voy a proponer degradarles con deshonor para que pasen de oficiales de ingenieros a cabos de capilla. Abren la puerta y veo a Medroso con los ojos turbios de una sobredosis etílica.

- Medroso, ¿Qué está pasando aquí?
- Me han emborrachado a traición, señor. Se han hecho con el mando del centro de mando y me han dicho que no mando un pimiento. Y que usted tampoco, señor.
- ¡FIR - MES!. Nada, que ni puñetero caso. Mejor me voy a casa y mañana será otro día.

DIA 02/29/07

8,30 HORA WATUSSI

La puerta del centro de mando está cerrada con llave y sujeta con unas cadenas de acero que me resultan familiares. Me acerco para verlas de cerca y me doy cuenta que son las de mi maletín sadomaso, esas que terminan con una chapa dorada que reza “No me hagas mucha pupa”. Maldita sea, mi más estricta intimidad a la mierda. No puedo abrir ni entrar por ningún sitio. Cojo el walki y llamo a Medroso. Un susurro modorro por toda respuesta. Llamo por teléfono y no contesta nadie. De repente, un ruido infernal, como si estuvieran demoliendo el edificio por dentro. Martillos pilones y sierras eléctricas golpean mis delicados oídos dos días después de la visita al otorrino. Libres de los tapones, mis tímpanos oyen como si los tuviera recién estrenados.
Me estoy poniendo nervioso y decido que lo mejor es ir al bar de Nemesio a desayunar. Creo que me tranquilizaré si me tomo una ración de callos y una caña de tinto. No resulta efectivo. Tomo una de oreja a la plancha y otro vaso de vino. Desde que me diagnosticaron que tengo el colesterol alto, evito los churros.
Pasa el tiempo. Cambio 20 euros y echo a la máquina. Avances, un, dos tres. Bajo la manzana, la ciruela y las guindas. Tengo 3 campanas. Cobro o me lo juego . ¡AVANCES, COÑO! dice Nemesio. Me lo juego; pierdo. Después de 200 euritos y 7 tercios de Mahou se me hace la hora de comer. No tengo apetito. Ni dinero.

Suena el móvil. Es medroso que me informa de su mal estado de salud. Se le ha reproducido la úlcera de duodeno y sangra como un gocho en una matanza. Gilipolleces; eso se cura con los antigripales de las fuerzas armadas, pero es un flojo y se va pitando al hospital. Cualquier cosa en vez de atender sus obligaciones.

20 HORA WATUSSI

Me acerco al Centro de Mando y lo encuentro abierto de par en par. Entro con cuidado, como un felino al acecho de una liebre, con los 5 sentidos sintiendo el peligro. Todo está sucio y revuelto. Parece como si hubiera pasado Atila, los Unos y los Otros. Subo al primer piso. Todo en orden. Cojo el ascensor y doy al botón del sexto. Desolación. No sé que habrán podido hacer pero el resultado es el mismo que haría una bomba atómica de 8 megatones. Encima de lo que antes era una mesa, tres centímetros de polvo de ladrillo y yeso blanco. Veo un sobre amarillo. Lo cojo con cuidado y leo.

TRAVAJO FIN. 9 BENTANAS A 600 UROS. TOTAL 5400 UROS. MANANA PASO COBRAL.

Nunca entenderé cómo pude encargar el cambio de ventanas a los muchachos de la OTAN.

19 comentarios:

Carmen dijo...

Tengo que cambiar las ventanas, pero con sus referencias mejor llamo a los de la ONU (Onésimo Nárvaez Ubrique) aunque los de la CEE (Chapas Estructuradas Enrique) no parece que vayan mal. Yo lo que quiero que no me dejen el pisito como Sarajevo tiroteao.

Lo suyo es para cuadrarse mi comandante. Le pediría un puesto en intendencia pero soy miope como topo echao en lejía y no le iba a hacer apaño con el gasto de lentillas de usar y tirar.

Póngame a los pies de su señora ya si eso.

Hasta otra comandante. Se ha superao.

EL INSTIGADOR dijo...

Carmen: Más que relatos hago ejercicios. Me apetecía probar la frase corta y ver que tal quedaba. No sabía qué personaje coger y me acordé de la mili.

A desfilar
¿Porqué?
Porque me sale de los cojones.

Y lo más creíble era un militar en su mundo de mando y simpleza. No le pongo a los pies de mi señora que los tiene rebozados en yeso.

El puesto es suyo. Y no se preocupe por lo de la miopía. Donde se compran lentillas para dos, se compran para tres.

Un beso, AR.

raindrop dijo...

jaja, ¡qué imaginación desbordante! Yo no puedo recordar historias (¿o histerias?) de la puta mili, porque después de acabar con las prórrogas me hice objetor y curré en la yunivérsiti, pero (tal como lo supongo) el aire marcial del relato parece muy logrado ;)

Cuidado con las obras de reforma, que a veces se acaba perdiendo la salú.

un abrazo

SOLOYO dijo...

Qué paranoia! He estado hasta el final esperando cualquier cosa y cualquiera cosa que me he encontrado! jajja. Como ejercicio de frase corta no tiene desperdicio chico... es que cuando te pones a ejercitar eres un hacha!
Enhorabuena como siempre...

EL INSTIGADOR dijo...

Raindrop: Tenía prorroga pero quería acabar con eso de una vez. Una mañana me levanté, la anulé y a los dos días estaba con el gorro y el machete entre los dientes. Quería irme fuera de españa y o mili o desertar. Chungas cosas.

No se te ocurra reformar ni el trastero. Vaya mogollón. El aspirador me ha pedido la jubilación anticipada.

Saludos.

Soloyo: La verdad es que me lié y me salió largo. No te creas, yo tampoco sabía como iba a terminar. Una caricatura de mis antiguos dueños por un año. Cosas peores he visto.

Un beso, guapa.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Mi mundo watusi... GRACIAS por recomendar mi blog de cuentos; eres un sol y todo un detallazo.
Por cierto veo que no aparece mi comentario del otro día a tu hora watusi con lo que me gustó y que no despegué la vista los ojillos de pollo que tengo por las mañanas, cachis...
Un besote

EL INSTIGADOR dijo...

mª angeles cantalapiedra: De nada. Escribes muy bien y creo que hay que destacar lo bueno. Tu comentario lo has publicado en el post anterior. Me extrañó un poco pero quién sabe de los gustos de los demás.

Otro besazo.

Sib dijo...

Queda demostrado que la "puta mili" y sus secuelas os deja tocados y de vez en cuando os veis abducidos por ese momento casi histriónico de vuestra vida...
Yo hice canastillas, algo más light y muchisimo menos paramilitar ;))
¡¡Ayns pobres rusos, o eran polacos? de todas maneras una pasta las ventanas¡¡
Genial de nuevo Instigador
Besos.

EL INSTIGADOR dijo...

Sib: Que no. Que no ando por ahí contando mis miserias militares. Me salió así porque el guión lo obligaba, como cuando las actrices enseñaban las tetas en la época del destape.

¿Caras? Veo que hace tiempo que no pides presupuesto. Lo caro es lo de después. Los poyaques. Po ya que está todo hecho una M. pinto la casita, cambio las puertas, etc etc. Vamos, que me queda un mes empantanado. Mientras no me desconecten internet me apaño.

Besos

Sib dijo...

Pues para ser un simple recuerdo de lo que fue, te ha salido "niqueladito" que dice mi hijo...
Me has asustado porque en breve debo,que no quiero, entregarme a los tan temidos "poyaques", asi que deberé preparar un buen saquito¡¡
Y sólo pido que no nos falte de na, pero tampoco internet...
Besos

Avellaneda dijo...

¡Muy bueno! Señor, si Señor!
Las reminiscencias militares y ese regusto resacoso que dejan las obras te ha quedado redondo... Yo no sé si haré obras en mi casa alguna vez, pero solo te diré que de pensar en poner lámparas me tiembla hasta el tuétano! así que sigo con mis bombillas que, al menos, lucen

Enhorabuena de nuevo. Es un placer leerte.
Bss

EL INSTIGADOR dijo...

Avellaneda: Ni se te ocurra meterte en obras. Esta tarde una señora me dijo que tenía un perfume extraño, que le dijera la marca y yo: cemento, señora, se llama cemento.

Es un placer que estás por aquí.


Bss

Xiketä dijo...

Muy buena!!
Pero aunque te digo, como siempre, que eres un genio, tengo que resaltar lo que más me ha gustado:
el nuevo uniforme de tafetán gris marengo con corazones rojos y la boina naranja!!!!!.....jajajaja....(si te puedo dar un consejo de estilismo, las botas narnanjas y....estupendo!!!)

Besos

Gustavo Tisera dijo...

Ja! Muy bueno! La lógica militar es verdaderamente cruel y delirante. Y lo dice un argentino que lamentablemente los sufrió por mucho tiempo. Un saludo!

el loco oficial dijo...

Tremendo!, tan entusiasmado estaba leyendo que no me había percatado del nuevo diseño del blog...también se lo debe a los muchachos de la OTAN?
Es difícil crearse un estilo propio en la rama artística que sea, "sonar a uno mismo" y usted ya lo ha conseguido...
Un saludo!

EL INSTIGADOR dijo...

Xiquetä: Es un uniforme "new concept" con influencias krishna. Lo de las botas...llamaré a Manolo Blanik a ver si las puede hacer naranjas. Eso es: de cocodrilo naranja.

Besos.

Gustavo: Como dije antes es un ejercicio de frases cortas. No podía encontrar mejor interlocutor que un militar, tan dados como son a su lógica de si hay bajas es porque se han muerto. Un saludo y espero que te prodigues más.

El loco oficial: Lo bueno de intentar un estilo es que llegue a gustar. Lo malo es que te encasillen. Me consta que tengo unos pocos fieles y algún que otro despistado, pero lo que vende no es esto. La gente tira más por el sentimiento en estado puro y las relaciones. A fin de cuentas esto es un pequeño club de amiguetes que para crecer necesita de un esfuerzo de promoción que no puedo hacer. Haré cambios de registro, pero si, en el blog seguiré con mi estilo.

El nuevo diseño nace de una foto que me gustó y una plantilla que me lo encajara de forma estética. Probé varios y salió este. Acabo de comprar un cuadrito y le pondré en la portada dios menguante, si es que sé.

Un fuerte abrazo.

Xiketä dijo...

Las influencias Krishna están en boga ultimamente...
Genial la idea de hacer las botas de piel de cocodrilo naranja, el "new concept" va a ganar mucho!!
Así si que van a dar "el golpe"...jejeje
Besos
Muy divertido!

Zafferano dijo...

Aquí Porriños, corto y sigo.
¿Está seguro que los muchachos de la OTAN le dejaron esa nota? Corto y cambio.
Más bien parece la ortografía de uno de mis muchachos! Corto y cierro.

Lo del aseo bucal de las uñas es encomiable. Recuerdos al padrastro.

Un beso enorme!

maría mariuki dijo...

Ya lo dice el refrán cuando uno habla solo por la calle o está loco o es que tiene obras en casa. Muy divertido.